La vida en familia requiere de muchos aspectos y acciones cotidianas que se deben tener en cuenta para conseguir la perfecta convivencia, especialmente en aquellos hogares donde los niños son los protagonistas. Todos los detalles son importantes cuando el objetivo es alcanzar el bienestar. La tranquilidad es aportada por un seguro de salud familiar mientras que otros alicientes como la acogida de un animal en casa también puede tener efectos muy positivos sobre todos los miembros y, con más incidencia, en el caso de los pequeños.
Los beneficios de tener una mascota en casa se aprecian sobre los niños desde el primer momento. Los animales más convencionales, como el perro o el gato, si bien no son los únicos, transmiten unos valores y unos estímulos para las personas de corta edad. Es un apoyo social y emocional para los niños, que encuentran en estas figuras un referente de liberación y sosiego en las diferentes situaciones, positivas y negativas, que se viven entre las cuatro paredes de un ambiente familiar.
Los animales domésticos son buenos porque reducen el estrés de los niños gracias a la buena y fluida comunicación que se produce entre ambas partes. Un problema muy parecido, la ansiedad, es otro de los riesgos que se reducen a partir de esta relación. La importancia de este impulso es mayor en aquellas situaciones difíciles, como cuando se producen discusiones entre los padres o se llega al extremo de la separación. El animal se convierte, en este escenario, en un símbolo cercano que puede aportar calma en medio de la tormenta.
Mejora de la autoestima
Los pequeños ven, además, mejorado y potenciado su desarrollo emocional, ya que ganan en autoestima. El animal tiende a ser cariñoso con todas las personas, entre las que destacan los niños por su mayor apego hacia él. Esta fidelidad se traduce en que la imagen del menor se ve fortalecida, de manera que éste crece con un mayor nivel de confianza en sí mismo. Por otro lado, los niños encuentran un espacio muy amplio para transmitir sus sentimientos y expresar las emociones. Esto se debe, en buena medida, a la sensación de seguridad que muestra una mascota, ya que es una figura que difícilmente tiene una mala respuesta.
Cuestión de salud
Los padres buscan, con más frecuencia, fórmulas para mejorar la cobertura sanitaria de su familia. Las preguntas sobre qué es un seguro familiar ganan presencia y se convierten en una solución efectiva, que se puede completar con otros alicientes. En ese sentido, la mascota puede tener importantes beneficios relacionados con la salud para los niños. Un ejemplo es la reducción del riesgo del asma y alergias para aquellas personas que, desde bebés, tienen contacto con los animales. La exposición al pelo animal provoca el desarrollo de respuestas inmunes a estos riesgos.
Otro factor beneficioso para los pequeños, desde la perspectiva sanitaria, es la lucha contra los síntomas de hiperactividad, un problema que afecta a un número creciente de menores. El animal se convierte en una herramienta terapéutica que, si se realiza un plan específico, puede ayudar a afrontar este problema, así como la agresividad y derivados.