Mindfulness en emociones: Sintiendo el momento presente

El Mindfulness es la capacidad para prestar atención plena al momento presente. En los últimos años este término ha adquirido cierta relevancia en el campo de la Psicología.

¿Por qué es importante el Mindfulness?

Porque nos hemos dado cuenta de que solemos vivir con el piloto automático puesto. Conversamos con un amigo y en lugar de escucharle recordamos la discusión que tuvimos con nuestra pareja esta mañana. Tratamos de disfrutar de una tarde de domingo y en lugar de eso anticipamos lo mal que nos sentiremos al día siguiente cuando nos despertemos a las 7 de la mañana. Nos perdemos el momento presente, Y no sólo eso:

Exceso de pasado = depresión

Exceso de futuro = ansiedad

El presente es el único tiempo y lugar en el que podemos ser felices, y tendemos sin embargo a irnos a situaciones que nos generan malestar emocional.

Hoy día, el presente es un regalo que solemos desperdiciar. Por eso es tan importante desarrollar el Mindfulness o Atención Plena como recurso que nos conecta al “aquí y ahora”.

Pero sucede una cosa: en ese “aquí y ahora” del que hablo, está lo que pasa en el mundo exterior (una mirada, una sonrisa, un horizonte, un sonido, un mensaje…), y lo que pasa en nuestro mundo interior: nuestros pensamientos, sensaciones y emociones.

Meditar sobre las Emociones

Igual que existe una tendencia a ignorar o subestimar el momento presente, solemos rechazar nuestras emociones cuando éstas son incómodas, desagradables o molestas. Ésta es la consecuencia lógica de vivir en una sociedad que se ha vuelto demasiado hedonista: buscamos constantemente el placer y evitamos el dolor a toda costa.

Sin embargo, el dolor también forma parte de la vida, y es imposible evitarlo siempre. No se trata de esquivarlo por tanto, sino de aprender a vivir con él, aprender a vivir con emociones incómodas.

Porque además, el rechazo a estas emociones no alivia el impacto que nos provocan, al contrario, lo multiplica. Imagina que discutes con alguien y, en un arrebato un tanto infantil, te tapas los oídos para no oírle. ¿Qué sucederá? Efectivamente, que empezará a gritar con más fuerza.

Mindfulness en emociones

El Mindfulness en emociones lo que trata es de:

1) prestar atención plena a nuestras emociones incómodas o dolorosas, como la ira, la tristeza o la ansiedad

2) sin reaccionar ante esas emociones, es decir, sin criticarnos, ni juzgarnos, sin rechazar ni resistirse

3) simplemente ver y oír a la emoción, desde fuera.

Entonces, al hacer esto, nos damos cuenta de que la emoción no es tan mala, de que incluso puede traer un mensaje positivo para nosotros. Recordemos que todas las emociones, también aquellas que son dolorosas, cumplen una función: el miedo protege, la ira dota de energía, la tristeza reintegra.

Si huimos de la emoción, ésta nos persigue, y tenemos la sensación de que lo hace para atraparnos. Si nos detenemos frente a ella, desde un rol de observador, la emoción llega, nos abraza, y se va.

El fin último es conectar con la emoción, abrazarla, desde un sentido metafórico que nos invita a abandonar la resistencia a sentir emociones dolorosas, resistencia que tiene como consecuencia un mayor impacto negativo en nuestro bienestar. Nos sentimos peor por darnos cuenta de que nos sentimos mal, y nos equivocamos. Se trata de adquirir conciencia por tanto de que sentirse mal, no es malo, simplemente es algo que sucede, sin más.

En mi consulta privada en Málaga llevo haciendo desde 2014 regularmente talleres de Mindfulness en emociones, y la acogida está siendo muy buena. Lo más importante es que las personas que acuden a estos talleres se van con ganas de practicar en casa. Y es que vivimos la era con más estímulos externos que hayan existido jamás (Internet, móviles, Redes Sociales, publicidad, TV…). Estímulos que nos alejan cada vez más y más de nosotros mismos.

De ahí la importancia de recuperar el contacto con nuestro mundo interior.

David Salinas
Psicólogo y escritor, autor de "La Dictadura de la Felicidad".