Es habitual creer que los deportes son meramente una serie de ejercicios sistematizados que benefician al cuerpo. Sin embargo, numerosos estudios han precisado que la práctica de deportes no solo aporta a la salud física, sino que también contribuye al bienestar psicológico.
El deporte terapéutico
Uno de estos casos es el deporte terapéutico. Este se define como los métodos y procedimientos de recuperación física que realiza una persona luego de sufrir algún tipo de lesión o accidente.
Se puede decir que estas fases de recuperación comienzan con lentitud y bajo continua supervisión de los especialistas. Luego, el paciente asume la parte activa de los ejercicios hasta lograr una mejoría considerable.
Beneficios que sobrepasan lo corporal
Según la American Physical Therapy Association, el deporte terapéutico va más allá de la recuperación física. Esto se debe a que reduce la ansiedad, el estrés, la depresión, mejora la calidad del sueño y regula las sensaciones de cansancio. Asimismo, estos procedimientos estimulan la liberación de serotonina y endorfinas, lo cual se refleja en el estado de ánimo.
Los beneficios que otorga el deporte terapéutico pueden medirse y controlarse en función de las posibilidades del individuo. Al igual que una rutina deportiva común, el paciente puede valerse de pulseras inteligentes o de relojes deportivos para medir su ritmo cardíaco y su presión arterial, lo cual es fundamental para conocer los progresos obtenidos. Dichos progresos se dan principalmente en el aparato locomotor y en los sistemas cardiovascular y nervioso. Y, tal cual se mencionó, también en la salud mental.
Al respecto, investigadores de la Universidad de Barcelona han detallado otro conjunto de aportes positivos del deporte terapéutico para la psiquis humana. Por ejemplo, ralentiza y previene el deterioro cognitivo, además de demorar el desarrollo de ciertas enfermedades neurodegenerativas. También se observó que muchos pacientes elevan su capacidad de concentración como producto de cumplir cabalmente un régimen de ejercicios.
Estos ejercicios aúnan técnicas de coordinación, de respiración, de relajación, de estiramientos, de levantamiento de peso, entre otras. Entre los más resaltantes se encuentran los ejercicios hipopresivos, propioceptivos, respiratorios, de control postural, estiramientos miotendinosos y circulatorios, etc.
El yoga como complemento del deporte terapéutico
Por su parte, expertos de la University Centre Doncaster de Reino Unido indicaron que una manera de potenciar los efectos positivos de esta disciplina es acompañándola con yoga. Si bien, en principio, el deporte terapéutico busca rehabilitar sistemas del cuerpo humano, al existir varias repercusiones óptimas en la salud mental, este aspecto no puede descuidarse.
Para no relegar la estimulación psicoemocional que causa los procedimientos deportivos terapéuticos, los especialistas recomiendan añadir a estas rutinas unos veinte minutos diarios de yoga. Esto permitiría aminorar los niveles de cortisol (hormona que se activa en respuesta al estrés).
La depresión, el cansancio mental, la tensión y dolencias análogas se reducirían significativamente si se suman las prácticas propias del deporte terapéutico y las sesiones de yoga, informan desde la Dirección General de Deporte Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México.