3 pasos para instalar el ejercicio físico en tu vida

Me encuentro con personas que quieren empezar a hacer ejercicio físico porque se sienten oxidadas por dentro; otras personas quieren tener más energía y alegría en su vida y saben que el deporte les ayuda. Hay personas quieren verse mejor, más delgadas, más musculadas; otras quieren aprender cómo hacer deporte.

A veces las experiencias deportivas pasadas han podido “marcarnos” y esto da lugar a creencias que nos limitan para descubrir y practicar, un deporte positivo y saludable, ahora en el presente y hacia el futuro. Por ejemplo hay personas que no quieren saber nada de correr por el recuerdo que tienen de sus clases de Educación Física.

Todos escuchamos conocemos y somos conscientes de los beneficios de la práctica deportiva regular. Sin embargo cuesta ser constante y mantener la motivación. Cuesta crear un hábito fuerte y duradero que aporte altas dosis de bienestar y que encamine a la persona hacia su pleno crecimiento.

El verano puede ser una buena época para replantearte tu relación con el deporte y sentar las bases de un hábito deportivo positivo y saludable para todo el año.

Te animo a seguir los siguientes pasos:

1.- Descubre tu verdadera motivación para hacer deporte.

Lo que te impulsa o te puede impulsar a practicar. El “para qué” de tu práctica deportiva.

  • ¿Qué te aporta el deporte?
  • ¿para qué haces o quieres hacer deporte? ¿Y para qué más?

2.- Define dónde focalizas tu deporte

Son numerosos y contrastados en numerosos estudios, los beneficios que la práctica regular de ejercicio físico tiene en el organismo, tanto a nivel biológico como psicológico.

A nivel biológico:

  • mejora nuestra condición física,
  • regula las cifras de presión arterial,
  • incrementa o mantiene la densidad ósea,
  • mejora la resistencia a la insulina,
  • ayuda a mantener el peso corporal,
  • aumenta el tono y la fuerza muscular,
  • mejora la flexibilidad y movilidad de las articulaciones.

A nivel psicológico:

  • Reduce el estrés: el ejercicio incrementa la producción de norepirefrina (noradrenalina), un químico que puede moderar la respuesta del cerebro al estrés
  • Mejora tus relaciones sociales: A medida que la percepción de ti mismo y tu salud emocional mejoran, tus relaciones sociales también pueden mejorar. Debido a tu aumento de autoconfianza tendrás más posibilidades de llegar a los demás, y si participas en clases dirigidas o realizas deporte en grupo, es de esperar que conozcas gente nueva
  • Mejora la autoestima: Verte mejor físicamente te hará sentir bien. El ejercicio continuo mejorará la imagen de ti mismo y mejorara tu autoestima. Independientemente del peso, la edad o el sexo, el ejercicio físico puede elevar la percepción positiva del atractivode uno mismo, y en consecuencia, hacer que te valores más.
    • Alivia la ansiedad: Los neurotransmisores liberados durante y después de practicar ejercicio pueden ayudar a la gente que sufre ansiedad a calmarse. Un paseo en bicicleta o algún ejercicio aeróbico de media o alta intensidad, pueden reducir los síntomas que la ansiedad SI además añadimos el componente de la atención plena y toma de conciencia de lo que está sucediendo en nuestro organismo cuando hacemos deporte los resultados son espectaculares.
  • Aumenta tu capacidad cerebral: al hacer ejercicio, nuestro cerebro produce más neuronas y más conexiones entre ellas, fenómeno que se conoce como neurogénesis. Así el cerebro también mejora su “forma física! Y aumenta su capacidad de aprendizaje. En una investigación de Vaynman, Ying y Gómez-Pinilla, se demostró que un entrenamiento intenso aumenta los niveles de una proteína llamada BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) que se encuentra en el cerebro e influye positivamente en la toma de decisiones, en el pensamiento y el aprendizaje.
  • Ayuda a ser más productivo: Una investigación de Schawarz y Hasson (2011) concluyó que los trabajadores que practican deporte regularmente son más productivos y tienen más energía que sus compañeros sedentarios. Hacer ejercicio antes de ir a trabajar o en la pausa del mediodía nos ayudará a mantenernos más activos a lo largo de la jornada, minimizando momentos de bajón o falta de atención en el trabajo.

Selecciona uno ó dos aspectos biológicos y psicológicos con los que te identificas más, donde crees que el deporte te aporta más beneficio, a ti con tus características personales y tu forma de vida. Se trata de focalizar.

  • ¿Qué quieres mejorar con tu deporte a nivel biológico?
  • ¿Qué quieres mejorar con tu deporte a nivel psicológico?

3.- Arranca con tu deporte

Una vez has encontrado tu verdadera motivación para el deporte y sabes donde enfocarlo tanto a nivel biológico como psicológico toca ponerse manos a la obra.

¿Qué necesitas para comenzar? ¿Qué dificultades tienes para hacer deporte? Tal vez necesitas reorganizar tu lista de prioridades y encajar el deporte en un lugar preferente del día. Tal vez no sabes por dónde empezar o dónde acudir. A lo mejor necesitas un extra de motivación para aclarar este camino.

Apunto estos consejos:

  • Elige el deporte que va contigo, que te gusta y te acerca a lo que quieres conseguir
  • Reserva un horario para tu deporte. Puede ser suficiente con una rutina diaria de 20-40 minutos o 3 veces por semana de 30-60 minutos.
  • Define un compromiso con tu deporte y cúmplelo. Ten preparada una estrategia para los imprevistos o momentos difíciles que te alejen de tu compromiso. Tal vez llegue la pereza, o los pensamientos que nos llevan en otra dirección.
  • Acude a un profesional si quieres desarrollar este aspecto de tu vida en plenitud, si crees que es un aspecto clave para tu bienestar, para tu felicidad.

Para terminar, Os comparto algo que descubrí en mi experiencia de vida deportiva marcada por la alta exigencia y dedicación que requiere el deporte de alto nivel. Fueron 16 años como triatleta profesional y maratoniana donde alcance sueños que jamás hubiera imaginado, donde crecí como deportista y sobre todo como persona.

Lo que descubro es que el deporte va mucho más allá del puro esfuerzo físico, es conexión con uno mismo, momento para desarrollar la creatividad, generar ideas nuevas, sentirse libre, compartir el esfuerzo con otros, conocer los propios límites. Y es un potente generador de auto confianza y motivación que te impulsa hacia todo aquello que quieras conseguir.

Ana Casares
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Grado en Psicología UNED.