Beneficios de la estimulación cognitiva en enfermedades neurodegenerativas

El aumento en la esperanza de vida en las últimas décadas ha llevado a un aumento sustancial en las enfermedades asociadas al envejecimiento tales como la demencia.

Constituyen la principal causa de discapacidad y dependencia y conllevan una muy alta morbilidad y mortalidad, que representa un importante gasto económico, social y relacionado con la salud. (Muñoz et al., 2009).

La demencia y las enfermedades neurodegenerativas consisten en una alteración de las funciones cognitivas, que afectan el desempeño en la capacidad para llevar a cabo de forma correcta las actividades de la vida cotidiana y de cuidarse. Son desordenes neurodegenerativos irreversibles que ocasionan un deterioro global persistente.

Los déficits cognoscitivos se manifiestan normalmente con una alteración de la memoria y la atención, afasias, agnosia, apraxias, y alteraciones de las funciones ejecutivas.

Todas estas alteraciones ocasionan un importante deterioro de la vida social, laboral y cotidiana de la persona afectada.

La intervención habitual que se venía realizando era únicamente de tipo farmacológico, ya que se creía que cualquier intento de intervención cognitiva presentaría efectos reducidos o nulos.

Pero la perspectiva biomédica en el tratamiento de les enfermedades neurodegenerativas ha sido cuestionada durante los últimos años debido a su visión reduccionista y su enfoque claramente centrado en la enfermedad. Los fármacos no pueden aportar las soluciones que se buscan al no promover un individuo interactivo y promotor de su propia autonomía.

En los últimos años, se ha comprobado que las demencias en etapas leve y moderada pueden beneficiarse, además de las terapias farmacológicas de otro tipo de estrategias terapéuticas como la rehabilitación cognitiva.

La Rehabilitación Cognitiva

La rehabilitación cognitiva se define como un conjunto de técnicas y estrategias que pretenden optimizar la eficacia del funcionamiento de las diferentes capacidades y funciones cognitivas (percepción, razonamiento, abstracción, memoria, lenguaje, orientación y apraxias), a través de una serie de situaciones y actividades concretas.(Muñoz et al.,2009).

Tiene su base científica en los conocimientos que aportan las disciplinas como la neuropsicología, la psicología cognitiva, la psicología del aprendizaje y de la motivación y emoción.

Incide además de en la parte cognitiva, también en aspectos como la afectividad, la esfera conductual, social, familiar y biológica, buscando intervenir sobre la persona de manera integral, sin centrarse únicamente en la enfermedad.

Su finalidad pasa por disminuir la dependencia, trabajando les capacidades que se encuentran aun conservadas, enlenteciendo el proceso de deterioro, para evitar la frustración y contribuir a una mejora global de la conducta, del estado de ánimo, del sentimiento de auto eficacia y de la autoestima.

La base de esta intervención recae sobre la concepción de plasticidad cerebral, la cual hace referencia a las posibilidades de adaptación funcional del sistema nervioso central para minimizar los efectos de las alteraciones funcionales y estructurales(Muñoz et al.,2009).

Esta plasticidad permite la adaptación a nuevas circunstancias gracias a la capacidad de cambio del sistema nervioso, y aunque es una capacidad que no se pierde, es necesario fomentarla para que permita durante la mayor parte de tiempo posible el sostenimiento de las capacidades cognitivas y psicológicas.

Todos los programes de rehabilitación cognitiva parten de la base que la gente mayor es capaz de aprender(Calero, 2000; Fernández-Ballesteros, Zamarrón, Tárraga, Moya, e Iñiguez, 2003; i Junqué, 1994).

La mayoría de los trabajos que valoran la eficacia y la efectividad de las intervenciones no farmacológicas tienen resultados positivos, ya que las personas que sufren enfermedades neurodegenerativas se benefician de aspectos como el retraso en la institucionalización, la mejora de las funciones cognitivas, el aumento de la autonomía para realizar las actividades de la vida diaria, influyen sobre las alteraciones conductuales (Olazaran et al,2010), mejoran la comunicación, la interacción social y proporcionan bienestar y calidad de vida (Aguirre et al, 2013).

Las terapias de rehabilitación cognitiva parece ser que favorecen diversos de estos aspectos(Muñoz et al., 2009) incidiendo en áreas como:

  • La cognitiva, estructurando una serie de actividades que inciden en las capacidades cognitivas que restan inalteradas, enlenteciendo el proceso de deterioro.
  • La funcional, promoviendo un funcionamiento con autonomía en la vida diaria y disminuyendo la dependencia.
  • La emocional, para poder manejar con éxito la afectividad, incidiendo en ansiedad y depresión.
  • La psicosocial, para compensar aspectos negativos o deteriorados, reduciendo la ansiedad y la frustración y mejorando el estado de ánimo.
  • La motora, incidiendo para mantener la autonomía física el mayor tiempo posible, disminuye la frustración y contribuye a una mejora global de la conducta.

Conviene, por tanto remarcar la necesidad de concienciar mas a la opinión general de la idoneidad de estos tratamientos, consolidándose como una herramienta muy útil y potencialmente coste-efectiva para mejorar las manifestaciones clínicas y la calidad de vida del paciente.

El hecho de poder aumentar el nivel de independencia, el control percibido y la autoestima acaban repercutiendo en la mejora de los trastornos emocionales y esta mejora incide en las capacidades cognitivas de los enfermos.

Además se atiende también al mantenimiento de la vinculación con el entorno social del paciente, el trabajo de la identidad positiva, la motivación, la auto eficacia y la mejora en la calidad de vida del enfermo.

Referencias bibliográficas

  • Aguirre E, Woods R, Spector A.,Orrell M.(2003)Cognitive stimulation for dementia: A systematic review of the evidence of effectiveness from randomised controlled trials. Ageing Research Reviews 12; 253–262
  • Fernández-Ballesteros, R. (1997). Calidad de vida en la vejez: condiciones diferenciales. Intervención psicosocial, 6(1), 21-35 . Recuperat de: http://www.copmadrid.org/webcopm/publicaciones/social/1997/vol1/arti2.htm
  • Olazarant, J. et al.(2010). Eficacia de las terapias no farmacológicas en la enfermedad de alzheimer: una revisión sistematica. Recuperat de : http://www.mariawolff.org/_pdf/fmw-publicaciones-terapias-no-farmacologicas-en-la-ea.pdf
Lidia Albareda
Grado en psicologia por la Universidad Oberta de Catalunya.