La infertilidad puede provocar serios problemas de pareja

A muchas personas les llega ese momento en el que sienten que ha llegado el momento de intentar ser padres. Pero la naturaleza no siempre lo permite. En ocasiones, las parejas tienen que hacer frente a problemas de infertilidad que causan frustración, ansiedad, depresión.

Una muy buena opción es la de recurrir a la inseminación artificial en clínicas especializadas, como es el caso de la Clínica Tambre, especializados en Fecundación in Vitro Madrid.

El principal problema en una pareja que trata de concebir sin éxito es la sensación de falta de plenitud, se sienten carentes de algo, incompletos. En numerosas ocasiones, las relaciones sexuales quedan relegadas porque se perciben como fracasos del objetivo que, realmente, desean alcanzar. Siendo así, es habitual que se pierda el deseo y aparezcan casos hasta de impotencia.

Las personas que tienen que hacer frente a este problema se culpan y culpan a su pareja, creando un círculo vicioso, alejándose de quien quieren y convirtiendo el tema en algo tabú. Al final, la comunicación entre ambos queda reducida a la mínima expresión, con conversaciones banales… puesto que sólo hay una cosa que les ronda la cabeza y de manera constante.

Resulta evidente que, en estos casos, conviene acudir a especialistas que presten ayuda psicológica y apoyo. Incluso cuando la pareja busca por todos los medios e intentan quedarse embarazados por la vía de la reproducción asistida.

De hecho, un estudio realizado en Dinamarca ha concluido que las parejas que se someten a estas técnicas de reproducción y no lo consiguen tienen tres veces más posibilidades de romper que las que sí lo logran.

Ya es bastante duro y complicado de por sí. Por este motivo, en el caso de recurrir a estos métodos lo mejor es contar con buenos profesionales, que además ofrezcan apoyo psicológico especializado en cuestiones de fertilidad entre su equipo.

En estos casos, una de las principales funciones de un psicólogo consiste en aportar apoyo a parejas cuyo proceso de fecundación asistida se ha complicado, ya sea porque se han juntado varios intentos de quedarse embarazados y comienzan a sentir algo de ansiedad o bien porque surgen varias dudas durante el proceso y un psicólogo puede resolvérselas mejor.

En el caso de que aparezcan problemas como ansiedad o depresión después de varios intentos, es importante aprender a gestionar estas emociones y un psicológo puede aportar las herramientas para conseguirlo. Aunque no hay aún estudios claros, la aparición de este tipo de sintomatología puede retrasar aún más un posible embarazo. Por sentido común podemos llegar a comprender que un embrión se formará mejor en un cuerpo tranquilo que en uno tenso.

En este sentido se da la circunstancia de que el tratamiento no haya funcionado algunas parejas  y una vez que lo han abandonado, se han relajado y se ha producido el embarazo. Esto también ocurre con cierta frecuencia en parejas que después de estar mucho tiempo sin poder tener hijos deciden adoptar uno. Y es precisamente después de esta importante decisión y cuando ya tienen al nuevo miembro de la familia en casa, cuando se produce el embarazo.

La función del psicólogo consiste en evitar que el problema de infertilidad se convierta en una obsesión que bloquee y ralentice todo el tratamiento de fertilidad. Se suelen recomendar técnicas de relajación que la pareja debe practicar a diario, junto a la prescripción de actividades que les ayuden a desconectar y a no tener siempre la cabeza dándole vueltas al mismo asunto.

Aún así, el principal problema surge cuando se descubre algún aspecto fisiológico que imposibilita el embarazo. En estos casos la labor del psicólogo es esencial para ayudarles a gestionar el duelo por no poder cumplir su sueño.

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