Las 3 mentiras de la Televisión

Nos guste o no, vivimos en un mundo gobernado por los medios de comunicación. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos sufrimos un bombardeo continuo de mensajes desde la televisión, la radio, internet o cualquier tipo de publicidad en las calles.

Es completamente imposible permanecer ajenos a estos mensajes ya que invaden cualquier espacio susceptible de alojar publicidad, ya sea un espacio real o virtual. Si prestamos atención, observaremos una serie de temas o ideas recurrentes en dichos mensajes.

Estas ideas están tan fuertemente interiorizadas en el imaginario colectivo que no las cuestionamos y las consideramos casi dogmas de fe. Para cuestionarlas es necesario adquirir consciencia de aquello que estamos viendo y escuchando. Sin embargo adquirir consciencia bajo un bombardeo tan planificado y continuado es poco menos que tarea imposible.

Cuando hablo de los mensajes no me refiero exclusivamente a la publicidad y los anuncios. Prácticamente cualquier programa que encontramos en la TV, incluídas las noticias, transmite implícitamente estas ideas.  Son ideas tan persuasivas que se hacen difíciles de ignorar y fáciles de interiorizar.

A continuación intentaré comentar alguna de estas ideas negativas con el fin de que puedas identificarlas y decidas conscientemente aceptarlas o ignorarlas.

Mentira 1: Debes consumir para ser feliz 

El impulso de comprar se ha convertido en un acto reflejo elicitado por los medios de comunicación.

Los actos reflejos son aquellos que ocurren fuera de nuestra conciencia y nos llevan a tomar acción sin cuestionarnos aquello que estamos haciendo. No hay nada que produzca mayor felicidad que comprarte un cochazo que ni siquiera tu jefe puede permitirse y aparcarlo a su lado.

Sólo por ese pequeño instante de felicidad eres capaz de endeudarte hasta las cejas durante varios años. A falta de jefe siempre aparecerá el vecino o el cuñado de turno dispuesto a medirse el ego contigo. Da igual que tengas todo lo que necesitas para ser feliz.

Los medios de comunicación te dicen que la auténtica felicidad reside en tener más que tu prójimo. Osea, que tu felicidad no depende de ti, sino de cuánto dinero esté dispuesto a gastarse el vecino. Gran negocio.

Mentira 2: Tu cuerpo es imperfecto

La mentira no es que te digan que tu cuerpo es imperfecto, sino que te vendan que tienes que comprar ciertos productos para que deje de serlo. Los productos cosméticos han sido renombrados como «productos de belleza» que queda mejor y vende más.

Por no hablar de las cremas antienvejecimiento, cremas antiarrugas, lociones  adelgazantes, dietas milagrosas bautizadas con el apellido de su creador, y un largo etcétera. El otro día vi anunciar una nueva dieta que está causando furor en USA: «La dieta de los 17 días». Y yo me pregunto: ¿cuándo llega el día 18 qué haces? ¿vuelves a comer como siempre o tienes que volver a hacer la dieta de nuevo? ¿pero quién se puede creer esto? ¿realmente han conseguido lavarnos el cerebro?.

No entiendo porqué nos cuesta tanto usar el sentido común. No existen los remedios milagrosos y mucho menos cuando se trata de tu cuerpo. Ya lo decían nuestras abuelas: «las prisas son malas consejeras». ¿Tanto cuesta comer siempre de forma equilibrada y practicar algo de deporte? Lo queremos todo aquí y ahora y luego nos sorprendemos de que a algunas edades comiencen a aparecer ciertas enfermedades muy extendidas.

Siguiendo con el tema de la imperfección de nuestros cuerpos, no podía dejar de comentar los conocidos anuncios de teletienda y sus fantásticos artilugios pasivos quemagrasa. Y digo pasivos porque tú no tienes que hacer nada. Puedes estar tranquilamente viendo la tele o leyendo un libro mientras el aparato trabaja silenciosamente esculpiendo tu cuerpo. Y todo ello sin perder una gota de sudor.

Cuando crees que estos anuncios no pueden caer más bajo, de repente te sorprenden y logran superarse. El otro día vi uno en el que anunciaban un aparatito para colocar disimuladamente en el oído y poder escuchar conversaciones que no van contigo. Y no era para sordos.  Lo ejemplificaban mediante una actriz de cuerpo escultural paseando por la playa mientras dos chicas comentan a lo lejos lo maravilloso que sería tener un cuerpo como el de ella. Nuestra protagonista sonríe ya que su nueva adquisición le ha permitido escuchar toda la conversación. Este anuncio es completísimo. En tan sólo 1 minuto nos han vendido sexo, competición, consumismo, belleza, y felicidad.

A pesar de que llevan muchos años de emisión, el formato y mensaje de los anuncios de teletienda sigue siendo el mismo. Y esto tan sólo quiere decir una cosa: seguimos comprando esos productos.

Mentira 3: El mundo está repleto de compañeros sexuales

Este punto está muy relacionado con el punto anterior. El mundo está repleto de oportunidades para echar un polvo y encontrar a la pareja de tu vida. De ti depende comprar ciertos productos para no desperdiciar dichas oportunidades.

Una colonia, un desodorante o una operación de cirugía estética. Todo vale con tal de no quedarnos solos el resto de nuestras vidas. Sin embargo se les olvida decirnos que para construir una relación duradera hace falta mucho más que atracción física. Pero claro, conocer a alguien de verdad no es algo que ocurre de la noche a la mañana sino que requiere de cierto tiempo y esfuerzo.

Un tiempo y esfuerzo bastante superior a los patéticos cortejos que vemos en «Hombres, mujeres y viceversa», famoso programa conocido por el desfile incesante de cuerpos curtidos en gimnasios y quirófanos. Pero eso sí, luego se les llena la boca diciendo que buscan a alguien que los quiera por su interior.

Podría seguir largo y tendido hablando de estos temas. Como habrás podido observar está todo interrelacionado: consumo, sexo y felicidad. Es muy difícil separar unas categorías de otras. El consumo lleva al sexo y el sexo lleva a la felicidad. Y lo cierto es que mientras seas consciente de aquello que estás viendo, no hay nada de  malo en ello.

El problema surge cuando pensamos que la única realidad posible es la que observamos por esa ventanita que llamamos televisión. Existe otro mundo ahí fuera bastante diferente. Detrás de las cadenas de TV existen intereses políticos y corporativos que buscan vender sus productos. Y todo vende, hasta los informativos.

Sin pretender hacer un análisis exhaustivo, a día de hoy podemos observar que las noticias se dividen entre información patrocinada por empresas/gobierno junto a noticias negativas, asesinatos, maltratos y desastres naturales que buscan provocar el miedo en la población. Aunque eso sería otro tema. Todo ello intercalado con otras noticias de interés más general como la boda de la Duquesa de Alba o el nuevo muñeco de Justin Bieber en los teleñecos.

Aquí dejo el tema. Y eso que estudié publicidad.

Isidro Migallón
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