Mitos del amor romántico en parejas adolescentes

¿Vivimos en una sociedad realmente igualitaria? Es posible que muchos, tanto jóvenes como adultos, respondan afirmativamente. Aunque se han producido evidentes cambios, éstos siguen siendo insuficientes. Existen todavía creencias sexistas en torno a las relaciones de pareja que dificultan el establecimiento de relaciones sanas, provocando la aceptación y tolerancia de comportamientos abusivos hacia la pareja.

Estos ideales están presentes en nuestra sociedad en forma de mitos que representan una realidad desfigurada. Pero, ¿es tan importante? Veamos por qué. Pero antes os propongo una pequeña adivinanza: Ella es una chica estudiosa, dulce, responsable, algo tímida, lo cual la hace aún más encantadora, inocente, temerosa, de rostro angelical, virgen… lo que podríamos considerar una “buena chica”.

Él es de mundo, aunque conflictivo, de pasado y presente problemático que le condiciona a la hora de establecer relaciones sentimentales, misterioso, peligroso… un “chico duro”. ¿De qué película/libro estamos hablando?

Para aquellos que hayan pensado en Tres metros sobre el cielo, mi enhorabuena, han acertado. Para los que hayan pensado en Crepúsculo, también. Y en 50 sombras de Grey… Seguro que podéis encontrar muchos más ejemplos. Estos libros son los que leen los jóvenes, los best-sellers que más tarde se llevan a la gran pantalla para una mayor difusión… pero, ¿qué están difundiendo exactamente?

La idea de qué es el amor, es decir, los mitos del amor romántico. ¿Y estos qué son?

  • Creencias que son planteadas de tal forma que parecen verdad, pese a que no lo son.
  • Implican una carga emocional fuerte, en este caso, romántica. Apelan al anhelo de conseguir pareja, de querer y ser correspondido, de recibir cariño…
  • No sólo concentran ideas, sino también patrones de conducta, es decir, cómo comportarse porque es lo que se espera, lo normal, lo adecuado.
  • Todos los aspectos anteriores propician que sean interiorizados con rapidez y compartidos socialmente. Son conceptos fáciles de entender, vendidos de una forma atrayente a un vasto público.
  • Y esto hace que sean resistentes al cambio.

Concretamente, el amor romántico se caracteriza por una entrega total hacia la pareja, justificando así el hacer todo por ésta, pues “el amor no tiene límites”, se es capaz de dejar todo por amor y, de hecho, debe hacerse para demostrarlo, pues cuando se quiere tanto, “lo demás no importa”. Ideas que, como acabamos de ver, aunque falsas, se encuentran ampliamente extendidas:

Babi introduciéndose en el peligroso mundo de las carreras ilegales, al cual pertenece Hache; Bella deseando ser convertida en vampiro para pasar el resto de la eternidad junto a Edward; Anastasia accediendo a probar prácticas sexuales para satisfacer a Christian… Ciencia ficción o no, lo cierto es que las ideas están ahí y calan hondo en los jóvenes.

Y es que el conjunto de valores culturales y creencias es un factor que aumenta la probabilidad de ejercer la violencia en la pareja, por ser el caldo de cultivo, a partir del cual se va a interiorizar lo que se debe o no se debe hacer. Éstos influyen en el resto de factores, y es que una idea equivocada sobre qué es el amor y cómo demostrarlo puede desembocar en conductas abusivas hacia la pareja.

Los mitos sobre las relaciones de pareja suelen reflejar los roles de género tradicionales y, de ese modo, se transmite y perpetúa la ideología machista.

Partiendo de que estas creencias no han nacido ahora, sino que se encuentran en nosotros, en nuestra sociedad y se trata de mentalidades que, por desgracia, permanecen estables a lo largo del tiempo, inculcándose desde edades tempranas, parece absurdo pensar que los más jóvenes se encuentran protegidos de ejercer o experimentar violencia de género.

Si bien es cierto que los adolescentes cuentan con más información sobre qué es la violencia, cómo reconocerla y evitarla, también están expuestos inevitablemente a un sinfín de propaganda sexista que les hará creer que ciertas conductas son adecuadas, tolerables, incluso deseables para poder conseguir y mantener una pareja.

Llegados a este punto es importante señalar que, cuando los jóvenes comienzan la transición de niño a adulto, se produce una separación con su núcleo familiar. Necesitan diferenciarse. Los padres ya no son las figuras de referencia, aquellos en los que buscarán apoyo y consejo. Ahora lo serán sus iguales: los amigos de su misma edad, con sus mismos problemas. Los únicos capaces de comprenderlos. Es importante tener esto en cuenta, porque cuando no sepan cómo actuar o necesiten validar sus creencias o comportamientos, acudirán a éstos, quienes cuentan con acceso a la misma información y expuestos a los mismos medios de comunicación.

¿Cuál son los objetivos de este artículo?

Se pretende, en primer lugar, exponer e informar sobre cuál es la situación actual y cuáles son las creencias que sustentan relaciones de desigualdad. No podemos detener esos mensajes, pero sí podemos conocerlos para así estar alerta y poder reelaborarlos según nuestras convicciones.

En segundo lugar, hacer entender a los más jóvenes que no son sujetos pasivos que deban soportar conductas abusivas por parte de sus parejas, que no es “lo normal” y que se merecen un trato mejor.

Y, por último, recordarles a los adultos que los adolescentes son igualmente susceptibles de vivir este problema, que puede ser igualmente grave y que está en su mano dar un buen ejemplo y ayudar a los más jóvenes.

Mitos del amor romántico en los jóvenes

El amor romántico está mitificado –no sólo por los más jóvenes–, con ideas preconcebidas sobre qué debe sentir o cómo debe actuar cada miembro de la pareja, lo que lleva a consentir conductas de control e incluso normalizarlas, en pos del amor. Series, películas, programas de televisión, anuncios, canciones… los adolescentes están continuamente bombardeados por estas ideas.

Quizá muchas de las frases que aparecen a continuación puedan parecer exageradas para muchos de los lectores –espero que así sea–, pero, por desgracia, para muchos otros parecerán normales.

“El amor todo lo puede” “Con mi amor haré que cambie” El amor debe demostrarse e ir acompañado de respeto, sinceridad, valoración mutua, confianza, etc., y nunca justificará los actos violentos.
“Es mi media naranja” “Estábamos predestinados a estar juntos” Asumir que esta pareja es la única posible, trae consigo aceptar situaciones poco saludables, llegando a someterse a los deseos o exigencias del otro.
“Me gusta que mi novio/a sea celoso/a, así me demuestra que me quiere” Los celos son una expresión de dominación y posesión, no de amor.
“Amar es sufrir” “Soportaré lo que sea por él/ella” “Es un acto de amor” Soportar cualquier tipo de situación violenta alimenta un círculo vicioso impidiendo que este tenga fin. No tiene ningún mérito soportarla.
“Es normal que en una pareja existan sus más y sus menos, tampoco es para tanto” “A cualquier cosa lo llaman maltrato” Discutir para resolver un problema no tiene por qué incluir insultos, vejaciones, humillaciones ni violencia. Restarle importancia no es una solución.
“Alguna vez me ha insultado pero yo sé que me quiere” “Hay parejas que su forma de relacionarse es así” Es una forma de relación tóxica. Los insultos, descalificaciones, humillaciones… son malos tratos y no se deben normalizar ni justificar.

En conclusión, el amor no es algo mágico y el enamoramiento inicial no va a durar eternamente. Una relación sana se construye diaria y conjuntamente entre los dos miembros de la pareja, fundamentándose en aspectos imprescindibles como el respeto mutuo, la confianza, el afecto y una buena comunicación.

Redacción
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