¿Sabías que estudiar poco también tiene sus ventajas?

A priori puede parecer que la respuesta a esta pregunta es muy sencilla. Todos diríamos que estudiar mucho es mejor que estudiar poco. Esto es algo obvio. Sin embargo en mi experiencia personal como estudiante me he encontrado con situaciones en las que no se ha cumplido esta premisa tan básica.

Algunas veces estudiar mucho me ha traído problemas. Otras veces estudiar poco me ha dado ventajas.  Hoy quiero compartir esta experiencia con vosotros.

Pros y contras

Todos conocemos los pros de estudiar mucho (aprobar) y los contras de estudiar poco (suspender). Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los contras de estudiar mucho y los pros de estudiar poco?

Contras de estudiar mucho

Algunas veces he ido tan preparado a un examen que he comenzado a dudar de todo. Esto me ocurre principalmente en los exámenes tipo test.

Cuando llevo la materia muy bien preparada algunas preguntas me resultan tan sencillas que pienso que tienen trampa. Entonces comienzo a dudar y a buscarle los tres pies al gato. La pregunta en cuestión no tiene porqué ser sencilla si le has dedicado un tiempo de estudio normal a la materia.

Sin embargo cuando te pegas auténticas palizas de estudio y repasas los conceptos infinidad de veces, tienes las cosas tan claras que no te entra en la cabeza que te estén preguntando algo tan sencillo. Piensas que la pregunta tiene trampa.

La situación de presentarme a un examen con la asignatura completa muy bien estudiada me ha ocurrido en contadas ocasiones. No siempre tengo tanto tiempo para poder estudiar. Lo que me ocurre con más frecuencia es llevar temas concretos de una asignatura mejor preparados que otros. Ya sea porque me gustan más o simplemente porque son más sencillos. Las preguntas acerca de estos temas son las que luego me hacen dudar en el examen.

Para resolver este conflicto acerca de la dificultad de la pregunta que tengo delante hago un pequeño ejercicio de empatía. Trato de ponerme en el lugar de un «yo imaginario» que hubiera estudiado menos y me pregunto qué pensaría esa versión alternativa de mi (con menos horas de estudio) acerca de la pregunta. Esto puede parecer un poco simple pero la mayor parte de las veces funciona.

Pros de estudiar poco

Seguro que ésta es la parte que esperas con más interés. ¿Cómo es posible que exista alguna ventaja en el hecho de estudiar poco? Hasta hace poco yo mismo dudaba de esta posibilidad. Sin embargo el pasado Enero me ocurrió algo en un examen que me ha hecho cambiar de opinión.

Os pongo en situación. Exámenes de Enero 2013. Tengo 3 exámenes en 2 días. El Lunes hago Psicobiología por la tarde. El Martes tengo dos exámenes seguidos que son Evaluación Psicológica y Desarrollo II.

Durante el estudio de las semanas anteriores me he centrado en Psicobiología y Evaluación Psicológica, dejando muy de lado Desarrollo II. Tan sólo me da tiempo a leerme el libro de Desarrollo II una única vez y la semana anterior apenas repaso nada de esta asignatura. Decido hacer el examen porque coincide con la fecha de Evaluación Psicológica. Ya que me encuentro en la Universidad esa misma tarde no pierdo nada por presentarme.

El hecho de haber estudiado poco para ese examen y sentir que no tenía nada que perder me hizo responder 29 preguntas de 30. Tan sólo dejé una pregunta en blanco. Si hubiera llevado el examen bien preparado no me habría atrevido a contestar más de 22 o 23 preguntas. Habría tratado de asegurar las respuestas.

Más allá del número de preguntas contestadas, lo que realmente me sorprendió fue aprobar el examen. No estaba seguro al 100% de ninguna de esas 29 preguntas contestadas y aún así parece que una parte de mi subconsciente sí que sabía la respuesta. Si me hubieran dicho que sólo podía contestar las preguntas que supiera con total seguridad, no podría haber contestado más de 2 o 3.

No estoy diciendo que contesté al azar. Ni mucho menos. Simplemente iba contestando rápidamente lo primero que me venía a la cabeza, sin pararme a reflexionar porque realmente no tenía en mi cabeza los conocimientos suficientes sobre los que reflexionar. No lo recuerdo bien pero creo que fuí la primera persona que acabó el examen y lo entregué convencido de que había suspendido. Ni siquiera volví a repasar las respuestas porque no habría servido de nada.

Más de uno dirá, «mira el empollón contándonos que se leyó el libro 1 vez y aún así aprobó el examen». Lo cierto es que aún no comprendo lo que ocurrió aquella tarde. Creo que a veces absorbemos conocimientos que no podemos comunicar de manera consciente. Es decir, crees que no te sabes algo pero inconscientemente sí que guardas esa información en alguna parte de tu cerebro.

Tengo que reconocer que esta situación sólo me ha ocurrido en ese examen. Normalmente llevo la materia medianamente bien preparada, de lo contrario no me presento. A partir de ahora me presentaré aunque crea no haber estudiado lo suficiente.

De todas maneras tampoco es cuestión de ir tentando a la suerte y tomar la costumbre de hacer exámenes sin estudiar. En base a lo que aquí digo alguno podría pensar que estudiar en la UNED es muy fácil. Todo lo contrario. Yo ya tengo una carrera de 4 años por la Universidad presencial y la diferencia de temario y dificultad en los exámenes es abismal. El examen para el que más he estudiado en mi vida fue Psicobiología hace 2 años. También es el único examen que he suspendido en mi vida.

¿Entonces qué es mejor?

Sin duda estudiar mucho es mejor que estudiar poco. Con este artículo tan sólo he tratado de ejemplificar lo que ocurre en ambos extremos. Personalmente pienso que en el punto medio está la virtud y el equilibrio.

¿Alguna vez te ha ocurrido algo parecido? ¿Podrías contarme tu experiencia?

Isidro Migallón
Especialista en Marketing Online y psicólogo. Si tú también eres psicólog@ y haces click en mi nombre, descubrirás un regalo que te he preparado.