La técnica de los 5 porqués

La técnica de «los 5 porqués» fue desarrollada por Sakichi Toyoda, fundador de Toyota. El objetivo de esta técnica es encontrar la auténtica explicación que subyace a un determinado problema con el fin de solucionarlo de raíz y evitar que vuelva a producirse en el futuro.

La técnica de los 5 porqués

– Mi coche no arranca (el problema)

1. ¿Por qué? – Está sin batería

2. ¿Por qué? – El alternador no funciona

3. ¿Por qué? – La correa del alternador se ha roto

4. ¿Por qué? – La correa del alternador ha superado su vida útil y aún no la he sustituido

5. ¿Por qué? – No sigo adecuadamente las instrucciones de mantenimiento del vehículo.

Este método me ayuda a tomar conciencia de que soy el responsable del problema antes de ponerme a lanzar improperios contra el concesionario o el vehículo.

Normalmente cuando llego al 5º nivel obtengo la verdadera razón que ha originado el problema. Una vez aquí podría seguir profundizando y acabaría preguntándome porqué soy una persona dejada o despistada. Aunque de tanto profundizar también podría caer en el error de culpar a la sociedad, a la educación o incluso a mis propios padres.

A continuación muestro otro ejemplo (ficticio) que podría suceder en mi trabajo:

– Mi jefe no está contento con los catálogos que he creado este año (el problema)

1. ¿Por qué? – Ha habido varios fallos ortográficos en el texto

2. ¿Por qué? – No ha habido tiempo de chequearlos en profundidad

3. ¿Por qué? – Tenían que ser enviados a imprenta con urgencia

4. ¿Por qué? – Había una feria urgente de la cual no me habían informado

5. ¿Por qué? – No he exigido desde el principio del año un calendario detallado con todas las fechas de las ferias.

Una vez más compruebo que la culpa vuelve a ser mía. Puedo caer en la excusa fácil y culpar a la persona que me ha enviado unos textos erróneos o a la falta de coordinación entre las personas que gestionan la asistencia a las ferias.

Y seguro que también tienen algo de culpa. Sin embargo, con el tiempo he aprendido a tomar conciencia que ante cualquier problema que se genere a mi alrededor, siempre tengo la posibilidad de modificar algo que evite su ocurrencia en el futuro. Y eso es algo totalmente independiente de quién sea el responsable.

Lo primero que hacemos cuando surge un problema (principalmente en el mundo laboral) es tratar de encontrar la coartada salvadora que nos exima del mismo.

Buscamos desesperadamente en «la bandeja de elementos enviados» ese e-mail de confirmación que núnca recibió el cliente para poder justificarnos ante nuestro jefe. Cuando lo encontramos experimentamos el alivio del condenado a muerte que ha sido absuelto en su hora final.

¿Y si por un momento hiciésemos exactamente lo contrario? Es decir, ¿y si ante el surgimiento de cualquier problema removiésemos cielo y tierra por averiguar qué es lo que podríamos haber hecho para evitarlo? Como ya he dicho, da igual si la culpa es tuya o no. Seguro que podías haber hecho algo para evitarlo o al menos minimizarlo.

Isidro Migallón
Especialista en Marketing Online y psicólogo. Si tú también eres psicólog@ y haces click en mi nombre, descubrirás un regalo que te he preparado.