¿A qué te dedicas?

El otro día descubrí el concepto de la multipotencialidad y la necesidad de identificarnos con una etiqueta. Pensando un poco más sobre el tema me he dado cuenta de que una de las preguntas más comunes que hacemos cuando conocemos a alguien es preguntarle a qué se dedica.

Creo que esta pregunta lleva implícitas muchas otras preguntas como pueden ser: ¿Qué haces para pagar tus facturas? ¿Cuánto ganas al mes? ¿Cómo eres de importante? ¿En qué lugar quedo yo si me comparo contigo? ¿Cuánto podría obtener de ti si necesito tu ayuda? ¿Merece la pena el tiempo que invierto hablando contigo?

Todas estas preguntas pueden parecer demasiado frías e interesadas. Aún así estoy seguro que si no todas, alguna de ellas la tenemos implícita en el subconsciente cuando lanzamos (o nos lanzan) la pregunta ¿a qué te dedicas?

Dejando de lado la parte interesada, hacer esta pregunta también cumple una función instrumental y comunicativa. Muchas veces no sabemos de qué hablar y esta es una manera de sacar un nuevo tema de conversación. Además también es una forma de conocer mejor a una persona sin hacerle sentir que nos estamos metiendo en su vida privada. Al fin y al cabo nuestro puesto de trabajo es información de dominio público.

Aún así es posible que no todo el mundo se sienta cómodo ante esta pregunta. Y más en los tiempos que corren cuando hay tanta gente sin trabajo. ¿A qué te dedicas? Estoy en el paro. Fin de la conversación. Las personas que trabajan no sólo se dedican a trabajar. Gran parte de su día también lo dedican a comer, beber y respirar. De igual forma que las personas que se encuentran en el paro también comen, beben y respiran. Sin embargo utilizamos la dedicación exclusivamente como un eufemismo de ganarnos la vida.

¿Y si comenzáramos a interesarnos de verdad por cómo es esa persona y no por cuál es el papel que desempeña en la sociedad? En lugar de preguntar ¿A qué te dedicas? podríamos empezar  a hacer preguntas del tipo ¿Qué te encanta hacer? ¿Cuál es tu pasión?. Cualquier persona (trabaje o no) puede responder este tipo de preguntas.

Creo que si a alguien que acabamos de conocer le preguntamos qué le encanta hacer nos dará 3 posibles respuestas:

1. Pondrá cara de extrañado y cambiará de conversación.

2. Nos responderá enunciando su puesto de trabajo. Por ejemplo: ¿Qué te encanta hacer? Soy Director de Márketing. En ese caso podríamos continuar preguntando … ¿Entonces te encanta ser Director de Márketing? Posiblemente la cara extraña surja en este momento.

3. Nos dará una verdadera respuesta a su pasión. Y probablemente tengamos una de las mejores conversaciones posibles con esa persona.

Lo cierto es aún no he hecho la prueba, pero si alguien se atreve me encantará leer los resultados.

Isidro Migallón
Especialista en Marketing Online y psicólogo. Si tú también eres psicólog@ y haces click en mi nombre, descubrirás un regalo que te he preparado.