¿Conoces la resiliencia? Descubre si eres una persona resiliente

“…los últimos estudios demuestran que la mente del ser humano parece ser más fuerte de lo que pensábamos…”

Aún recuerdo con nitidez cómo resonó esta frase pronunciada una mañana de clase por mi profesor de psicología de la salud. Durante la licenciatura de psicología descubres nociones y fenómenos que cambian tu forma de percibir el mundo, pero sin duda, el concepto de resiliencia fue uno de los que más me enamoraron en mis años de formación.

Ahora está más de moda. Algunos creen que se trata de un sinónimo de resistir, los que vienen del sector industrial lo asocian al metal y los de urbanismo a edificios con sistemas de respuesta flexibles ante desastres naturales. Todos tienen su grado de verdad.

La resiliencia comenzó a estudiarse a partir de los casos de niños que aun habiendo pasado por situaciones muy adversas (pobreza, malos tratos, guerras, etc.), crecían convirtiéndose en adultos psicológicamente sanos.

¿Pero qué tenían esas personas de especial que les permitía no sólo salir ilesos si no reforzados de aquellas circunstancias?

Pues aunque hay muchos estudios sobre las características de las personas resilientes la mayoría de ellos coinciden en cuatro aspectos:

4 características de las personas resilientes

1. Se conocen a sí mismos

Las personas resilientes tienen una alta capacidad de introspección. Es decir, son personas que han dedicado tiempo y atención a conocer los rincones de su mundo interior. Trabajo que les permite reconocer y gestionar sus emociones de forma adecuada así como desarrollar estrategias de afrontamiento al estrés más hábiles.

2. Están orientados a la resolución de problemas

En la mente de las personas resilientes no existen los problemas sino los retos. Emplean un vocabulario mental diferente a la hora de enfrentar situaciones difíciles. Aceptan lo que les rodea tal y como se presenta, sabiendo diferenciar aquello sobre lo que tienen control e influencia.

Así, cuando se presenta una dificultad reaccionan con curiosidad en lugar de miedo porque tienen interiorizado que el error es su principal fuente de aprendizaje y confían en su capacidad.

3. Cuentan con una fuerte red de apoyo

O dicho de otra manera saben que tienen personas que les prestarían un hombro sobre el que llorar y no dudarían en contarle un secreto. Los estudios sobre resiliencia coinciden en destacar la red de apoyo como una de las variables más significativas. En efecto, las personas muy resilientes lejos de ser individualistas saben con quién contar en cada momento y se preocupan por generar y cuidar relaciones reales y de calidad.

4. Son optimistas

La resiliencia va de la mano con la capacidad para mantener la esperanza. Estas personas viven de forma comprometida la idea perenne de que algo bueno está por llegar sin dejar lugar a la duda. Tienen fe en el futuro y en la vida en general en su día a día.

Sin embargo, la resiliencia no es sólo exclusiva de un tipo de personas. Cada vez hay más estudios que muestran que esta es una capacidad innata en el ser humano y que como tal se puede desarrollar con la práctica adecuada.

Y no cabe duda que si la resiliencia es el color ideal con el que teñir nuestra existencia, el coaching es un buen pincel con el que llevarlo a cabo. Se trata de herramienta con la que conseguimos desarrollar la capacidad de resolución a través de la toma de consciencia y la proyección hacia un objetivo o mejora, y que a menudo también implica mejorar nuestras relaciones cercanas.

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