Cómo vivir una vida más larga

A pesar de la foto, en este artículo no voy a hablar sobre cómo vivir más años desde un punto de vista numérico. Más bien, lo que pretendo hacer es que cuando eches la vista atrás tengas la sensación de que los años vividos (sea el número que sea) han sido largos.

Para empezar, ejemplificaré con un experimento: Uno de los experimentos atencionales más comunes y extendidos consiste en mostrarle 20 diapositivas (19 flores + 1 coche)  a una persona. Cada diapositiva permanecía en pantalla durante 1 segundo y a continuación aparecía la diapositiva siguiente. Los resultados del experimento siempre eran similares: las personas percibían que la diapositiva distinta al resto (el coche en este caso) permanecía en pantalla más tiempo que el resto.

Este experimento se ha replicado de muchas formas distintas y número de diapositivas. Sin embargo los resultados siempre han sido los mismos: la diapositiva diferente al resto «parece» que permanece más tiempo en pantalla.

¿Qué aprendemos de todo esto?

Sencillamente que a nuestro cerebro le gusta la variedad. Cuando un suceso se repite en el tiempo, nuestro cerebro invierte menos tiempo en inspeccionarlo y da por sentado lo que va a ocurrir a continuación. Mientras que cuando algo nuevo acontece, nuestro cerebro no tiene forma de predecir lo que va a ocurrir y como consecuencia se disparan las señales de alarma y los mecanismos atencionales para que se ponga en actividad y pueda aprender de la situación.

Son precisamente estos mecanismos atencionales los que nos hacen creer que el tiempo pasa más lentamente ya que tenemos puestos los 5 sentidos en la situación que estamos viviendo.

Esta llamémosle «función» del cerebro tiene un sentido evolutivo muy claro: nos hace prestar atención a los peligros y así podemos aprender de ellos para prevenirlos en el futuro. En la sociedad actual no es necesario disponer de un sistema atencional tan avanzado ya que no estamos sometidos a tantos peligros físicos como lo estaban nuestros ancestros. Sin embargo nuestro sistema atencional sigue estando ahí, preparado para hacernos despertar de nuestra monotonía cuando la situación lo requiera.

Y lo bueno es que podemos aprender a utilizarlo en nuestro favor, es decir, podemos comenzar a incorporar nuevas situaciones a nuestras vidas para que nuestro sistema atencional se active y percibamos que el tiempo pasa de una forma más lenta.

No quiero que se me malinterprete, cuando digo «situación nueva» no me refiero a «situación peligrosa». Probablemente hace miles de años ambos términos eran casi sinónimos y nuestro sistema atencional tenía que responder a la perfección si quería seguir preservando nuestra integridad física. Sin embargo a día de hoy el sistema sigue funcionando con igual eficacia y una «situación nueva» puede convertirse en una «situación placentera».

El sistema también puede llegar a desbocarse y comenzar a percibir peligros donde no los hay, en ese caso podría llegar a generar un trastorno de ansiedad, aunque eso daría para otro tema que no voy a tratar ahora.

Rompiendo con la monotonía

Debes empezar a romper con la monotonía de tu vida, de lo contrario echarás la vista atrás y parecerá que tus años han volado. Tu sistema atencional habrá permanecido tanto tiempo dormido que no le habrás dado la oportunidad de realizar un registro profundo de aquellas situaciones que has vivido. Cuando no registras no recuerdas. Cuando no recuerdas no has vivido.

Personalmente me gusta hacer algo diferente en cada Nochevieja, ya sea vivirla en Marruecos y ser las únicas personas del restaurante que celebran la entrada del año o alquilar una casa rural en Cazorla y disfrazarme con los amigos. Cada vez que he hecho algo distinto puedo recordar exactamente el año que fue y lo que hicimos.

Sin embargo cuando por diversas circunstancias he pasado 2 o 3 nocheviejas seguidas en Torrevieja, luego pasan los años y me cuesta distinguir unas de otras porque en realidad todas las noches parecen la misma. Es necesario hacer cosas distintas para poder diferenciarlas y recordarlas.

No hace falta que se trate de un acontecimiento que ocurre tan sólo 1 vez año. Puedes intentar romper con la monotonía saliendo de tu zona de confort

Así que ya sabes: alimenta a tu cerebro con nuevas situaciones y disfrutarás de una vida más larga.

Isidro Migallón
Especialista en Marketing Online y psicólogo. Si tú también eres psicólog@ y haces click en mi nombre, descubrirás un regalo que te he preparado.