Sin sufrimiento no hay gloria

Un mensaje potente y muy extendido en nuestra cultura, tal y como nos muestran frases como: “Quien algo quiere, algo le cuesta”, Hay que pasar las duras por las maduras, etc.

Estas frases tienen un mismo denominador común, el ESFUERZO.

Con frecuencia, para conseguir algo, es necesario luchar bastante para superar las dificultades que puedan presentarse, pues, por lo general, toda obra tiene sus dificultades.

Es cierto que el esfuerzo es necesario para conseguir ciertos objetivos y/o propósitos en nuestra vida, ahora bien, ¿es necesario el SUFRIMIENTO para crecer?

Antes de contestar a estar cuestión, me gustaría hacer un paréntesis para diferenciar DOLOR Y SUFRIMIENTO, dos palabras utilizadas comúnmente como sinónimos y que tienen una gran diferencia entre ellas.

Dolor:

  1. Percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas.

Sufrimiento:

  1. 1. Padecimiento o la pena, que experimenta un ser vivo. Se trata de una sensación, consciente o inconsciente, que aparece reflejada en padecimiento, agotamiento o infelicidad.

Así pues podemos decir, que el Dolor es algo físico que percibimos y el Sufrimiento es un sentimiento negativo provocado por ese dolor.

Por ejemplo, si voy caminando por la calle y tropiezo y me caigo, obviamente me hago daño físico y no es agradable, pero si yo por ese motivo empiezo a pensar la mala suerte que tengo porque me he caído y lo mal que me siento por eso, esto va más allá de lo físico, y me provoca un sufrimiento mucho más doloroso que el golpe físico en sí.

Hecho este paréntesis, vuelvo a retomar la pregunta que planteé con anterioridad:

¿Es necesario el Sufrimiento para crecer?

Por lo general, la gran mayoría de la gente respondería un rotundo.

Bien es cierto que muchísima gente conocida y anónima, a raíz de un suceso trágico en su vida, a partir de un momento de crisis, se plantean si su vida hasta el momento es la que ellos hubieran soñado y si no es el caso, deciden dar un giro radical y “volver a nacer” pues la vida les ha regalado una segunda oportunidad.

Esta gente se convierten en un motivo de inspiración para los demás, pues sacan una valentía que no muchos solemos mostrar…

Pero no todo el mundo responde de la misma manera, ya que ante ese mismo momento de crisis, hay gente que se decae, se victimiza, se amarga la vida y lo contagia a los demás.

Entonces, a esta pregunta que planteo, yo contestaría un DEPENDE.

Por mi experiencia personal, que no he tenido grandes dificultades ni momentos de crisis, yo me posiciono en que NO es cuestión indispensable el sufrimiento para crecer como persona.

Esto es debido a que por lo general, la gente solemos dar más importancia a una cosa negativa que nos pase en el día y olvidarnos de todo lo positivo vivido hasta el momento.

Yo propongo cambiar esta tendencia por reconocer y AGRADECER todo lo bueno que tenemos y que vivimos diariamente (por obvio que parezca) y darle la justa importancia a lo “menos positivo” (me gusta más este término que decir “negativo”), ya que gracias a los menos positivo podemos valorar más lo positivo que nos venga.

El vivir cada día agradeciendo todo lo que nos pasa nos conecta con la confianza en la vida y en ese estado, uno empieza a sentir una paz, serenidad y un amor inmenso que sin lugar a dudas, ayuda a desarrollarse como persona y crecer.

Inma Dominguez Gil
Psicóloga por la Universidad Jaume I de Castellón.