Cómo entrenar tu capacidad de sorpresa

Considérate afortunado si eres una persona expuesta a sorpresas en tu día a día. Cuando algo nos deja de sorprender y pasa a ser rutinario es como si no existiera para nosotros. Lo difícil en la capacidad de sorpresa es ser selectivos. Cuando la capacidad de sorpresa es alta, nos sorprende casi todo. Y cuando es baja, no nos sorprendemos por casi nada. Podemos entrenar nuestra capacidad de sorpresa para ilusionarnos, motivarnos y aprender, dentro del ámbito o actividad que desarrollamos.

Si conseguimos equilibrar nuestra capacidad de sorpresa lograremos ser más creativos. Crear es construir. La creatividad además de idear, construye y hace cosas, pero de forma extraordinaria. Por eso es clave para el éxito. Cuando revisamos cualquier caso exitoso, apreciamos más o menos capacidad, perseverancia, esfuerzo y confianza. Pero lo que siempre encontraremos son altas dosis de creatividad.

Definición de creatividad

La creatividad es la habilidad para encontrar soluciones inteligentes, a veces inesperadas, a nuestros problemas y retos diarios.

Podemos pensar que la creatividad es una capacidad innata en las personas. Es decir, que se tiene o no se tiene, pero esto no es cierto. Sí que poseemos una capacidad innata para imaginar, y para analizar la información disponible para combinar distintos elementos y llegar a conclusiones o ideas.

Pero esta imaginación y estas nuevas ideas se ven limitadas por prejuicios sociales o personales, por normas y barreras legales, culturales, etc.

Cómo trabajar el pensamiento creativo

Las personas creativas trabajan este tipo de pensamiento y lo mantienen al margen de las limitaciones. Esto se consigue de dos formas:

1.- Practicar el hábito de pensar diferente sobre las cosas que normalmente pasan desapercibidas por estar rígidamente delimitadas. Edward de Bono fue un precursor en este tipo de pensamiento.

2.- Practicar el hábito del pensamiento flexible que permite apreciar más puntos de vista y por tanto aumentar las alternativas. Es necesaria una actitud de apertura y aceptar sin juzgar lo que otras perspectivas nos pueden aportar.

Cómo tomar conciencia de tu capacidad de sorpresa

Te animo a tomar conciencia de tu capacidad de sorpresa siguiendo estos 3 pasos. A partir de ahí puedes hacerte una idea de tu nivel de creatividad.

1.- Presta atención a los acontecimientos cotidianos que te generan sorpresa. Una respuesta inesperada de tu jefe, un amigo, tu pareja. Una contestación de tu hijo, una llamada que no esperas, una tarea o un trabajo que te sorprende gratamente, tu respuesta rápida en una conversación complicada que resuelves positivamente.

2.- Anota cuáles son los pensamientos que te llegan, tras el pequeño o gran sopetón inicial de la sorpresa

¿Cuál es tu primera reacción ante una sorpresa? ¿Qué sientes? ¿Cómo reaccionas? ¿Qué sucede en tu cuerpo, en tu rostro?

¿Qué pensamientos llegan? ¿A dónde te llevan?

Tal vez te conduzcan hacia la apertura y la búsqueda de una solución o a lo mejor te lleven hacia el miedo y la parálisis.

¿Qué nivel de flexibilidad o posibilidad de cambio tienen tus pensamientos?

¿Cómo valoras tu capacidad de adaptación ante un suceso inesperado?

Si tu disposición es de aceptación y seguridad, la sorpresa puede estimular tu creatividad rápidamente. Y generas enseguida soluciones y acciones.

Si tu disposición es defensiva, puede llevarte a una pérdida de control de la situación o a una parálisis.

3.- Valora qué te aportan esos pensamientos y cómo los manejas. Ante un suceso desagradable pueden surgir pensamientos del tipo: “ me ha hecho la misma jugada otra vez”, “lo mataría” “no voy a poder con ello” “mejor me quedo en casa”,” ¡vaya faena!”, “es imposible seguir así”

La emoción predominante puede ser la ira, ansiedad, enfado, miedo. Y esto te lleva a la intranquilidad, la preocupación, la inactividad o la acción descontrolada e impulsiva.

Permítete darte cuenta de esa emoción e identifícala en unos segundos. Ella es muy rápida y desencadena reacciones inmediatas. Cuando la tengas identificada, acéptala y pregúntate qué quiere decirte esa emoción. Tal vez ya has iniciado una acción rápida, o tal vez no. Párate un momento y lleva tu atención a la respiración, conecta con tu coger y soltar aire.

Llegan pensamientos, deja que pasen, obsérvalos. Si persisten pensamientos que no te hacen sentir bien, vuelve a tu respiración. Llegarán otros pensamientos. Cuando alguno de ellos te haga sentir bien, tal vez sonreír, sentir serenidad, agárrate a él. Ya estás enfocando en una solución positiva.

La curiosidad es otro aspecto clave para mantener un campo de atención amplio sobre las cosas que hacemos. La curiosidad está muy relacionada con la intención por mejorar, por querer salir de la zona de confort. Y tiene una gran repercusión sobre el aprendizaje y la innovación.

Propongo estas preguntas para conocer algo más de tu curiosidad:

¿Cuál es tu nivel de intención por mejorar, por aprender, por innovar?

¿Qué nivel de interés tienes en indagar sobre las cosas que haces?

¿Cuál es tu campo de atención sobre las cosas que haces?

Os comparto otra de esas grandes sorpresas de la vida, que en un primer momento supuso un vuelco emocional. Afortunadamente poco después me llevó empezar de cero y desarrollar capacidades que de otra manera no hubieran surgido.

He ingresado en el hospital, son las once de las noche del domingo 15 de diciembre. Estoy a punto de ser mamá por primera vez. El martes 17 tengo el segundo examen de una oposición para el puesto de Técnico de Deportes Municipal en un ayuntamiento local.

  • Tu hijo nacerá mañana lunes 16, me dice el médico.

¡Pero si tengo el examen el 17! ¿Qué voy a hacer?

Si el lunes doy a luz, el martes mi marido me puede llevar al Ayuntamiento para hacer la prueba. ¡Estoy loca! ¿En qué estoy pensando?…

El lunes el parto no avanza y me lo tienen que provocar.

Llamo por teléfono al Ayuntamiento, y les cuento con detalle mi situación solicitando que si es posible retrasen el examen. Me dicen que lo van a consultar y que en breve me informan. Unas horas después me comunican que el Tribunal de la oposición retrasa el examen.

De madrugada soy la persona más feliz del mundo. Veo a Carlos, nuestro hijo. Ha sido un parto muy largo que ha terminado en cesárea. Son las 0 horas y 15 minutos del martes 17 de diciembre.

Unas horas después, el secretario del Ayuntamiento le comunica a mi marido que se está realizando el examen. El resto de aspirantes tienen derecho a hacerlo y legalmente no se puede suspender.

  • Diles que venga un representante del Tribunal y me lo haga aquí. Aunque estoy con el gotero ¡puedo escribir!

Siento que se me va una oportunidad. Había estudiado muy duro durante muchos meses. Ha llegado el día y no puedo estar allí.

Siento una impotencia extrema y enfado. Pero, giro la cabeza y veo a Carlos. Rompo a llorar.

Mi marido me dice que reclamaremos, que dar a luz es una causa de fuerza mayor. Veo a mi hijo. Estoy muy cansada. No me queda energía para pensar ni para enfadarme. Ahora toda va para ese milagro de dos kilos y 685 gramos. Rompo a llorar.

Unos días después el alcalde para felicitarme las fiestas y me dice que me harán el examen en enero. Esto me tranquiliza. Retomo el estudio poco a poco y tengo ya ganas de empezar a hacer deporte suave. Necesito ser yo misma otra vez.

Las palabras del alcalde nunca se cumplen. Pasan las semanas y nunca se fija una nueva fecha. Tras mi insistencia, en febrero me comunican que es imposible realizar la prueba de forma extraordinaria.

Carlos guía ahora mi vida. Él marca los ritmos de sueño y lactancia. Lo siento muy unido a mí los primeros meses.

Retomo mi deporte poco a poco. Lo necesito. Moverme me hace sentir bien.

Salgo a pasear todos los días con Carlos. Disfruto de los paisajes, y siento que mis músculos empiezan a trabajar de nuevo. Caminar alrededor de una hora ya supone cierto esfuerzo. Enseguida el cuerpo me pide un poco más de intensidad. Integro un pedaleo suave de 20 minutos. ¡Qué gran sensación! Vuelvo a sudar, mis pulsaciones suben, mi mente se libera.

Con el paso de las semanas y los meses el hábito deportivo me proporcionó altas dosis de inspiración y creatividad camino de una nueva vida personal y profesional que me llevaría a alcanzar sueños que jamás hubiera imaginado…  Continuará

(Extracto del libro Mamá triatleta. Ed. Alto Rendimiento, oct. 2012)

Ana Casares
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Grado en Psicología UNED.